En la foto se puede ver a Maui sentado, colocado en todo su poder. No es una foto que hice yo, sino que me la envió mi pareja, diciendo, “mira”. Y es que ver a Maui sentado, es un motivo de celebración en nuestra casa. Cuando llegó a nuestras vidas hace ya seis años, Maui no podía caminar, fue todo un periplo de veterinarios, acogidas y campaña para donaciones conseguir que pudiese moverse como lo hace hoy en día. Fue difícil, pero a la vez hermoso...