- Inicie sesión o registrese para enviar comentarios
Siguiendo con el mensaje de la Araña que os compartimos hace unos días...
Días más tarde regresé al parque como de costumbre y nada más entrar se me cruzó un perro negro, cruzamos la mirada y sentí que iba solo. Miré alrededor y no vi a nadie, pensé, bueno andará su responsable cerca y seguí mi camino. Unos minutos más tarde se me volvió a acercar el mismo perro, lo sentí nervioso y cansado. Le hable para que se acercara, pero siguió corriendo.
Más tarde yendo hacia el lugar donde suelo meditar, escuche a una chica que iba preguntando si alguien había visto un perro negro, su responsable lo andaba buscando y ya llevaba horas perdido. Le comenté a la chica que lo había visto en otra zona del parque y le pedí el teléfono de la responsable por si lo volvía a ver.
Sentí al perro lejos en otra zona del parque y muy nervioso “en shock”. De vez en cuando oía llamar al perro "Trueno" esa era su nombre.
Cuando terminé unas horas más tarde y de camino a la salida del parque volví a oír a lo lejos como lo llamaban y pensé sigue sin aparecer, ¿Qué puedo hacer? el perro está en shock y no para de correr, localizarlo va a ser casi imposible, ¡el parque es inmenso!
Me dije si lo veo de camino a la salida es que puedo hacer algo por él... al minuto de pensar esto, vi al perro junto a una pareja, me acerqué a ellos y desde lejos les pregunté: ¿el perro negro es vuestro? - no, lleva un rato por aqui bebiendo del cuenco de nuestro perro. Les pedí que intentaran cogerlo del collar, mientras les explicaba que Trueno estaba perdido y sus responsables llevan horas buscándolo. Al aproximarse a Trueno levantó la cabeza y salió corriendo hacia el interior del parque.
Sentí que el perro no quería ser rescatado, me entraron dudas, no entendía... aun así llamé a su responsable y le conté donde había visto a Trueno.
Decidí quedarme para ayudar en lo que pudiera, así que fui tras Trueno hacia el interior del parque para intentar localizarlo, en el camino me encontré con sus responsables, estaban desesperados y nerviosos, llevaban muchas horas buscándolo y no respondía a su llamada. Les dije que el perro estaba en shock y por eso no respondía a su llamada.
Al cabo de unos minutos, vimos como la pareja con la que había hablado se acercaba corriendo hacia nosotros, nos dijeron que Trueno había vuelto donde estaban ellos, pero que al intentar acercarse se había salido del parque, corrimos hacía allí.
Fuera del parque nos encontramos con un grupo de chicos al otro lado de la carretera que habían atrapado a Trueno, al verlo cruzar solo. ¡Por fin alguien había conseguido parar a Trueno y fijaos como la red fue guiando a sus responsables hacia él!
En ese mismo momento, me acordé del mensaje de la Araña y sentí como la vida me lo ofrecía para no solo comprenderlo sino integrarlo en mi Corazón.
Estoy segura que la perdida de Trueno pasó por alguna razón. Tanto el cómo sus responsables tenían algo que aprender de esa situación. Y todos los que formamos parte de esa red aquel día, también recibimos nuestro aprendizaje.
Cada acción que realizamos genera un movimiento. Estamos continuamente tejiendo esa red que nos une a cada uno de nosotr@s. Estar presentes nos ayuda a tejer una red fuerte y consciente de ayuda y sostén para tod@s.
No subestimes el poder de tu Presencia.
para alguien, un encuentro contigo
puede ser lo mejor de su día.
Dr. César Lozano