Atravesar la valla

valla

 

Recuerdo una práctica grupal durante mi formación en terapia Gestalt, en la que unas compañeras nos llevaron a través de una visualización a considerar la rapidez con que vivimos, a bajar ritmo, tomar conciencia del nuestro estrés, etc.

Al final de la práctica cada integrante del grupo le hacía una devolución de nuestra experiencia y nuestra opinión. Un compañero, terapeuta, les comentó que a él no le había servido porque él hacía tiempo que había salido de ese tipo de vida, y que por tanto la práctica reflejaba sólo a un grupo de gente. Otro compañero estuvo de acuerdo con él.

La realidad es que de un grupo de 22 personas, sólo tres se sentían así. El resto nos habíamos podido ver reflejadas al menos en parte.

A veces, y más ahora después de la creciente oferta de espiritualidad a la carta, perdemos la conciencia de cómo está montada nuestra sociedad en la actualidad, y de cómo vive la mayor parte de la gente. Como dice Zarna Garg, monologuista, sobre el yoga "el yoga solía ser algo aburrido y pasivo que hacía la gente en pijama (...) veo a estas mujeres con sus mats de yoga y sus mallas de 200 dólares (...) corriendo, corriendo para ir a su clase de yoga (...) si tienes que correr para ir a tu clase de yoga lo estás haciendo mal"

Como terapeutas no podemos ignorar esto. Para que todo el mundo haga este viraje que es necesario, si queremos un cambio generalizado, necesitamos más compasión y claridad con la realidad actual, con el estrés con el que la gente vive, y que hacer un cambio no es tan sencillo como hacer afirmaciones para manifestar nuestros deseos al universo. Requiere algo más. Mirar profundo, reconocer dificultades, resistencias, traumas, bloqueos, etc. Todo dentro de un proceso lleno de amor y consciente de que vivimos en comunidad, no estamos aislados. 

Últimamente me viene la imagen de dos maneras de enfrentarse a los conflictos que habían antes. Una parte de la población se enfrentaba directamente, y otra mantenía dentro de lo posible la alumbre encendida para cuando volviesen poder recordarles que otra manera es posible. Siento que en el mundo terapéutico, y lo siento así desde hace un tiempo ya, las dos maneras son necesarias. Alguien tiene que adentrarse en la realidad actual, y también es necesario aquel que puede ver las cosas desde otra posición más alejada que recuerde que otra realidad es posible. Idealmente, ambas posiciones se pueden dar en un mismo terapeuta.

En la imagen el punto de vista es desde dentro de la valla. Parecería que uno está protegido a veces, en el interior pero en realidad la vida está al otro lado. Tomar conciencia de esto no es tan sencillo como parece cuando uno se siente protegido por la valla. Y cuando uno ya está fuera, reconocer al que está dentro y estar dispuesto a volver a entrar para acompañar en la difuminación de la valla, tampoco es un trabajo sencillo. Como me dijo Manuel Cuesta hace poco, el sistema de un botijo es extremadamente sencillo, hacerlo ya es otra cosa. Es un trabajo de artesanía, presencia, alma y amor. En eso estamos aquí con nuestras terapias.

 

Si te interesa este tema o cualquier otro de la web Conectandocontulatir.com, no dudes en ponerte en contacto con nosotras.

 

“(...) hemos entendido que no podemos salvarnos sólo nosotros mismos. Podemos imaginar que la salvación vendrá de nuestra capacidad de estar presentes y abrazar nuestra diversidad, más que a través de un héroe individual que realiza acciones justas. Esta nueva conciencia nos puede llevar a una sensación profunda y duradera de pertenencia a la comunidad humana y permitirnos aceptar nuestra vulnerabilidad, a la vez que nutrir el crecimiento de nuestra humanidad y nuestros valores éticos.”

~Margherita Spagnuolo Lobb y Pietro Andrea Cavaleri