Una de las terribles obsesiones de nuestra época: el peso. Peso demasiado o demasiado poco, o esto es estar perfectx y de aquí no me puedo mover… Y decimos peso, pero podríamos hablar de talla o figura, también algunos se miden por allí. Hay tallas que están prohibidas, y otras que son las deseables. Esta obsesión, por el peso o la talla hace que pasemos a medir la comida por el aspecto físico que nos puede conceder y no en lo que nos aporta de bienestar. Elijo esta palabra aposta en vez de nutrición, ya que aquí está parte de la clave del tema, el bienestar es algo que se siente, no algo que se entiende. No digo que no sea importante, al contrario, saber que necesitamos cuando comemos y que eso sea mucho más esencial que nuestro aspecto físico es importante. Pero el bienestar es un tema que a menudo se pasa por alto, y que es en cambio esencial, porque juntamos placer con paladar, y no son lo mismo.

Como ya he dicho antes, el bienestar es algo que se siente, y se siente desde el cuerpo, no desde la mente. Un ejemplo, no vemos por ahí a los leones comiendo menos de lo que les pide su cuerpo por si se ven demasiado gordos. Sienten la necesidad de comer para poder recuperarse energéticamente, para seguir viviendo, y comer se vuelve un elemento placentero y de deseo porque su cuerpo de manera natural desea lo que les va bien. Al igual que el nuestro.

Es la desconexión con nuestro cuerpo y lo que éste nos pide dirigiendo nuestra mirada hacia otras cosas lo que hace que no sintamos este bienestar cuando comemos cosas que nos van bien. El tema al final reside en que esa sensación de bienestar ha quedado escondida detrás de muchas necesidades y miedos, la soledad, la sensación de pertenecer, la vulnerabilidad, el contacto, etc. Y comer, en particular comida con alto contenido en azúcar, nos aporta ese amor que echamos de menos, nos anestesia para no sentir esa vulnerabilidad, esa falta, o para poder censurarnos y así no engordar ni un gramo más de lo que se supone que debemos. Y desde allí sentir lo que necesitamos, el deseo de comer por bienestar, se vuelve imposible.

Cualquier proceso que trabaje el tema de nuestra relación con la comida o el peso necesita pasar por mirar más adentro, por conectar con nuestro deseo, el de verdad, el íntimo, el que tenemos por derecho de nacimiento, confiar en él y aprender a mirarnos desde el amor. Ser acompañadx amorosamente en este proceso es importante, sentir el sostén de la mirada del otrx para aprender y así poder ir sosteniéndonos solxs.

En Conectando con tu Latir podemos acompañarte de varias maneras para conectar con ese deseo y ese amor, las esencias florales, el tapping, la liberación de pericardio o la terapia Gestalt, o una combinación de varias de ellas.

“La verdadera disciplina realmente trata

de recordarse uno mismo;

no es necesario forzar o luchar.”

                        Charles Eisenstein