Los ciclos de la mujer es una tema que ha sido bastante silenciado durante mucho tiempo. Recuerdo que había muchos mitos al respecto. En algunos lugares, cuando la mujer estaba con la luna no podía salir de casa, o se nos decía que no podíamos hacer mayonesa porque se cortaba, que estábamos impuras, etc.
Afortunadamente, esto ha cambiado en los últimos tiempos. El tema de la menstruación se ha intentado desmitificar y visualizar, y se ha llegado a poder trabajar en círculos de mujeres u otros ámbitos, donde se han podido ver sus bondades, llegando a empoderar y ayudar a mujeres a tomar conciencia de la ciclicidad y de su propia fuerza y poder.
Si embargo, la menopausia sigue siendo algo "vergonzoso". La menstruación se relaciona con la fertilidad y la juventud. Incluso en libros que describen los ciclos femeninos de maneras más respetuosas, la menopausia se considera el fin, la etapa antes de la muerte. Y ya... menopausia es igual a vejez, a sequedad, sofocos, un físico menos atractivo, algo que esconder. Hace muchos años fui a un círculo de mujeres en que todas estábamos en etapa menstruante, pero una mujer ya estaba en la perimenopausia. Fue como si no existiese, porque se puso todo el énfasis en las demás.
No quiero decir que no haya mujeres que traigan esto a los grupos terapéuticos, ni que no haya movimientos para visibilizar el tema. Cada vez vemos más personajes públicos lucir sin disimulo sus canas y arrugas. Pero en general, sigo notando al hablar con colegas, amigxs, clientes, que "estar menopáusica" se concibe como algo negativo, vergonzoso.
Hay estudios actuales, llevados a cabo por mujeres, que nos dicen que durante la menopausia el cerebro cambia pero a nivel estructural. Es un momento decisivo: el estrés, el poco cuidado puede implicar estados de demencia avanzados que no tengan nada que ver con la genética.
Y es que la menopausia es un momento de tránsito, y es un momento de tránsito brillante e importante. Y es tan importante porque soltamos el aspecto físico, la exigencia de la época fértil, del estrés sinsentido. Nos podemos volver salvajes.
Hay muchas clientas que cuando se lo digo, me miran como si estuviese loca. Y luego las veo liberarse y buscar sus espacios de libertad, le pese a quién le pese. Es un salvajismo distinto y necesario, el de todo me la repampimfla.
Las mujeres y las orcas, junto con los navales, y otros tres tipos de ballena, somos las únicas que pasamos por esta etapa de libertad sin condiciones.
Recuerdo hacer un viaje chamánico para consultar una duda. Me apareció una orca, ya mayor. Y me enseñó como les enseñaban a sus crías las corrientes del mar, como cazar y como leer el mundo. Me dijo, nosotras jamás dejaríamos a nuestras crías sin los conocimientos antiguos, eso es dejarlas en peligro. Más tarde descubrí, no sólo que las orcas también experimentan la menopausia, sino que además son líderes y guardianas del conocimiento en su grupo.
Las mujeres en menopausia, como en la menstruación o en el parto accedemos a muchos conocimientos. ¡Qué distinta sería la historia si las visiones que tenemos en esos momentos de umbral se celebrase y escuchase como se ha hecho con las batallas y guerras! Si se aceptase o valorase la intuición como el principio de las hipótesis.
Celebro la menopausia y todo lo que me aporta. Vuelvo a viajar con las orcas y me dicen, menopausia es renacimiento, es resurrección. Las siento nadar en círculo alrededor mío, y entiendo que cada momento tiene su lugar y viceversa.
"Es un viaje espiritual por el que pasas contigo misma y con tu cuerpo"
~Darcey Steinke