Hoy hemos ido a la playa, en busca de un buen baño en el mar. Tras días duros y cargados, siento que un baño fresquito en el mar me deja mucho más liviana. Pero cuando hemos llegado el agua se había comido la playa.
Las olas chocaban contra las rocas con fuerza, y en la playa dejaban sólo una línea de arena de paso que estaba mojada.
Veía mis últimos tiempos reflejados en esta imagen. Lo que parece tierra sólida y estable sólo necesita una buena marejada para volverse una oleada de confusión, donde mi suelo vuelve a tambalearse.
Lo veo en mí, lo veo en mis clientes, en mis compañeros terapeutas. Asirnos a lo que parece tierra firme se nos da bien, y confundimos marejada con que las cosas están mal.
Hace poco vino una clienta enfadada por no estar contenta ante algo "bueno". Y yo le dije, pero, ¿tú cómo estás?, y ella, "mal", y yo, ¿entonces?, pues que soy tonta porque tendría que estar contenta.
Buscar lo sólido nos vuelve poco creativos. Y da igual lo que sea que es sólido, relaciones, vocación, espiritualidad, creencias... En cualquier momento viene la marejada a decirnos que no era tan sólido. Otra cosa es que nos hagamos los locos y tiremos pelotas fuera.
Hoy, además, veía, con dolor de corazón, que la playa estaba llena de plásticos. Las olas y la marea estaban escupiendo con rabia toda esa porquería fuera del mar.
Y es que las marejadas van bien para eso. Para ver lo que ya no sirve y echarlo fuera o acomodarlo o transformarlo.
En vez de buscar una reacción particular a algo que me pasa, puedo mirar qué me pasa. Eso es ser compasiva y amorosa conmigo misma. Respetar mis ritmos, escuchar mis emociones, y acompañarme con eso. En el mundo del crecimiento personal se habla mucho de soltar, pero por un lado eso no es un fin en sí, porque seguiremos buscando esa tierra firme, aunque sea en la espiritualidad, y por otro lado, soltar nos deja en el vacío, y el vacío es un lugar que no es fácil transitar. Soltar requiere mucho amor y un acompañamiento amable. Dejar que las marejadas hagan su trabajo.
"No puedes llegar a una versión de ti misma que ames, odiándote"
~Lindy Cohen