En terapia, cuando se empieza el trabajo de crecimiento personal, a veces se da una etapa que se llama egotista, dónde la persona que ha estado siempre haciendo y deshaciendo por lo que sienten o piensan los demás, empieza a abrirse a sus propios deseos y necesidades y al escucharse pone límites, y hace las cosas para sí mismo, sin dejarse llevar por el otro.