A todos nos ha pasado que nos hemos encontrado en alguna situación que era imposible o difícil de explicar. Algunos hemos podido sostener quedarnos en la incertidumbre, pero otros necesitamos que haya una explicación “plausible” de lo que ha pasado, y buscamos hasta que encontramos “tranquilidad”

Esa necesidad de explicar lo que nos ha pasado, nos resta creatividad y lugar para que otra explicación menos “plausible” pueda tomar forma. Al final del día, hablamos de la ciencia como lo que le da explicación a todo, pero en realidad la ciencia empírica, tal y como la conocemos hoy en día, funciona a partir de hipótesis que en algunos casos parecían locas a priori y que luego se han podido demostrar hasta que la demostración también se ha quedado corta. Una buena ciencia es flexible y no da cosas por hecho, porque eso permite avanzar en el conocimiento. Por tanto, es siempre importante permanecer en la incertidumbre y permitirnos creer en que hay cosas para las que ahora no hay una explicación, aunque eso no implica que no la haya más adelante, ni que esa explicación venga desde otro lugar, o que lo que ha sucedido no sea cierto.

Y en este sentido, todo esto no es sólo aplicable a la explicación de las cosas que suceden, sino también a cómo percibimos las cosas, por dónde las percibimos, y por qué damos más valor a ciertas maneras de percibir que a otras. Por ejemplo, si yo quiero conectar con mi animal de poder, por ejemplo, necesitaré recurrir a otras maneras de percibir. Y aun así, podré sentir la ayuda y el efecto de sus palabras o mensajes, y veré que tienen sentido y que además son comprobables o me encontraré en situaciones que me dejen boquiabierta. Lo mismo sucede con la liberación de pericardio, o los registros akáshicos, o la comunicación animal.

Nos gusta mucho una cita de Charles Eisenstein en la que habla de los milagros, desmitificándolos parecería en un principio, pero en realidad dándoles el lugar que merecen. Dice así:

“¿Qué es un milagro? (…) Un milagro es algo que es imposible desde cómo entiende uno en ese momento la realidad y la verdad. Un milagro es algo que es imposible desde la compresión actual que uno tiene de la realidad y la verdad, pero que se vuelve posible desde una nueva comprensión”

Abrirnos a esa nueva comprensión es lo que nos vuelve más flexibles y lo que trae la magia a nuestra vida. Y abrirnos a esa manera de vivir la vida hace que, aunque veamos los entresijos de los sucesos no los vuelve menos mágicos. De la misma manera que, aunque sepamos la explicación de porque llueve, no disfrutamos menos de un paseo por el bosque con una lluvia agradable. Y de la misma manera, que los niños que no entienden la explicación de por qué llueve disfrutan saltando sobre los charcos. Abrirnos a la magia de la vida es también abrirnos a ella.

Desde Conectando con tu Latir, damos espacio y la posibilidad de conectar con esta capacidad que es innata en todos los seres vivos. Conectar con ella, nos abre un mundo de posibilidades y experiencias nuevas que nos expanden y nos convierten en seres extrasensoriales, desarrollando nuestra intuición y conectando con un campo de información sutil que siempre ha estado ahí, disponible para nosotros. 

¿Estás dispuestx a abrirte a esta nueva comprensión?  si es así, por aqui te esperamos....